Llevo sobre mis hombros la dirección ejecutiva de este diario “el trabajo cotidiano”, y este es la viva muestra de mi independencia y pluralismo. Hemos dado espacio importante a una cantidad de opiniones (en declaraciones, artículos, comentarios) con las que no hemos estado de acuerdo, pero de eso se trata una prensa democrática, de respetar y difundir las ideas de los actores políticos, empresariales, sociales y de ciudadanos comunes que integran este país.
Quiero aclarar, que sí soy independiente y que con mi artículo titulado "Sobre Danilo, doña Margarita y Papá", no quise beneficiar a ningún candidato en particular (no es mi papel), solo me motiva la defensa al pueblo dominicano, quien en su mayoría no ha podido entender que para superar este sombrío estadío que llevamos muchos años transitando, hay que quererse más y dejar de ser simples instrumentos del clientelismo político; hay que fajarse a reclamar acciones en beneficio de la colectividad, y ser más selectivos en el liderazgo que elegimos, lo que redundará en el beneficio individual de cada uno de nosotros.
Además, quiero subrayar que no he sido yo, ni los medios, quienes han polarizado al país en dos bandos, han sido ustedes, los ciudadanos.
No puedo afirmar que Danilo es un fenómeno social que ha calado ciegamente en el corazón de la gente. Danilo es un hombre con buenas ideas y cuyo plan de gobierno luce bastante aceptable; pero el que yo conocí hace muchos años, quien ostentaba un liderazgo bastante sólido en su partido, ha cambiado. ¿Por qué?, porque otro ocupó su lugar y tiene gran influencia en su andamiaje político (eso deja secuelas). Esto no es necesariamente una sentencia definitiva, pues en política la ruleta da muchas vueltas.
Tampoco puedo decir que Hipólito no es un hombre que llame la atención; lo es tanto así que tiene un gran porcentaje de votantes a su favor, pésele a quien le pese.
De doña Margarita es imposible obviar que a mucha gente le gusta, por su personalidad refrescante y porque entienden se ha fajado a trabajar (el método usado no necesariamente es de mis preferidos), pero reitero que dos períodos consecutivos de gobierno de su esposo no la benefician a ella ni a su compañero de boleta.
Leonel Fernández ha tenido sus luces y sus sombras y dentro de sus luces, pensando a vuelo de pájaro, entiendo que ha mantenido la estabilidad macroeconómica, ha mejorado las infraestructuras viales, ha puesto al país dentro de la modernidad, ha conseguido poner en vigencia una Constitución superior a la que teníamos, entre otras.
Dentro de sus sombras creo que se ha olvidado de la gente, de la parte humana, no me refiero a las dádivas de los programas sociales, me refiero a la inversión en la educación del pueblo, a una mejor atención en el aspecto de la salud, a fomentar mayor oportunidad de empleos, a trabajar, como dije en el artículo anterior, por una mayor equidad social; no ha resuelto el problema eléctrico; por último y entre otros aspectos, no le ha puesto la debida atención a la corrupción, ni a las instituciones que tienen que ver con la seguridad ciudadana. Por lo que entiendo que el próximo que gobierne debe enfocarse en estos aspectos tan relevantes para el avance de una nación.
Para los comentaristas
A los lectores que comentaron mi artículo anterior, les diré que no me siento inconforme con los disidentes, creo que la mayoría, a su estilo y con los recursos con que cuentan ha defendido su preferencia política y que el debate se ha centrado en la discusión de mi opinión, no en degradar mi persona, como he visto en otros foros en este mismo medio.
Con salvas excepciones, casi todos han usado correctamente su derecho a expresarse libremente. A pesar de esto aspiro a más análisis y menos fanatismo.
Les agradezco que me hayan leído, solo espero que capten el verdadero espíritu de mi pensamiento.
Por: Cosette Bonnelly
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